Hoy amanecí contenta con la respuesta que ha tenido el lanzamiento de la colección de aromas de Salama. No saben todos los mensajitos de apoyo y cariño que he recibido durante estos días, mi corazón esta llenito.
Les cuento que este proyecto lo vengo trabajando desde hace meses, así que decidí ponerme otra vez el uniforme de bloggera frustrada y contarles parte del proceso, sus tropiezos y aprendizajes.
La parte más divertida en mi cabeza sería elegir los aromas. Yo me imaginaba cual Gwyneth Paltrow, llegando con mi outfit de “vanilla girl asterik” testeando aromas y saliendo victoriosa con los elegidos en la primera sentada y les cuento que no es tan fácil. Sin duda, fue la parte más demorada del proceso llegar a un olor que me enamorara de verdad. Y es que uno de los olores me lo iba a tener que tragar TODOS los días en la tienda, seria el aroma que identificaría a Salama, so claramente era una tarea que no podía tomarme a la ligera.
Durante casi 3 meses probé muchas muestras de velitas, donde no solo se toma en cuenta si huele rico o no, es importante asegurarse que el olor perdure, que cuando quemes la velita un rato el olor sea fiel al aroma que sientes cuando este apagada, hay tantos factores que cuando finalmente llegas al aroma elegido, realmente estás segura que ese es.
Paralelamente fuimos tomando decisiones de los frascos, etiquetas, packaging, miles de detalles que forman parte del resultado final y que para esta ingenua arrebatada que pensó que haríamos esto en un mes TOPS, fue definitivamente un proceso divertido, pero humbling jajaja.
Cuando finalmente estábamos en la etapa de aprobación de muestras, me tocaba pensar en la estrategia de lanzamiento de las velitas y es aquí donde aprendí la lección más bonita de todas.
Mi idea original, era hacer este lanzamiento con todos los hierros y para mi eso significaba una estrategia de influencers que le diera una mega exposición a la colección. Entonces me hice dos listas: la primera, de posibles influencers con las que me gustaría trabajar para este proyecto. En esta etapa me salieron las raíces de publicista y me armé todo un plan con KPI’s y toda la cosa. Pero luego en el proceso pensé, sabes que sería lindo? Separar un par para enviarle a clientes fieles de la tiendita.
Me puse manos a la obra y armé una listita mezclada de no solo las que más compran, sino también las que siempre dan like, comentan, cuando llegan cositas nuevas se dan la vueltita para llevarse algo. En fin, las die hard fans de Salama. Les juro que esta parte fue mas difícil que escoger los aromas, la lista se estaba poniendo larga y ya tenia mas clientes que influencers en la lista jajaja.
Luego empezó el revulú del Sale y me concentré en organizar la tiendita, hacer inventario, descuentos y dejé a un lado el tema de las velitas por un momento, pero entonces la cosa se puso interesante.
Durante los días de Sale 2 cosas súper increíbles sucedieron. No les miento que una por una, todas las clientes que había escrito en mi listita de regalos para el lanzamiento de las velitas vinieron a Salama a aprovechar el Sale. Suena como cualquier cosa, pero recuerden que yo anduve perdida, sin postear pero ni un meme durante casi un mes, no teníamos mercancía nueva, la tiendita estaba en abandono. Y de la nada aparezco con mi cara de perro, como dicen por ahí, a tratar de mover la aguja, vender para recuperar algo de momentum y obvio los dineroz, y quienes están ahí al pie del cañon? Los die hard fans de Salama.
De verdad que fue un momento de reflexión y realización super bonito saber que no solo tengo un negocio, donde compro y vendo cositas para la casa. He creado una comunidad de personas increíbles que me apoyan en tantas maneras que me costaba entender porqué. Mis clientes no solo me compran y me dan like, hablan de mi tiendita con todo el que se encuentran, siempre compran regalitos en la tienda para que sus amistades me conozcan y se animen a venir a la tienda. No creen que eso es maravilloso? Mis clientes son las OG Influencers en todo su esplendor.
Lo más gracioso era la cara de susto con la que todas entraban a la tiendo con la mano en el pecho preguntando: ¿¡por favor, dime que Salama no va a cerrar!? Y aunque me mataban de la risa, lo que ellas no sabían es que después de meses de self doubt, de preguntarme a mi misma si podía o no continuar con Salama, ellas me estaban dando la respuesta de la manera mas bonita: showing up!
Y ahí me cayó la teja, mis clientes son mis influencers. ¡Depuré la lista, coordiné la entrega de las velitas y la respuesta fue aun mas increíble! Sus mensajitos, sus opiniones, algunas hicieron hasta lindos videos hablando de la tienda. Tan positiva fue la acogida que antes de poder terminar de entregar las velitas al resto de la lista, agotamos el primer stock de velitas en tiempo record!!!
Gracias a todos por apoyar todo lo que hago y por formar parte de la historia de Salama. Este lanzamiento me recordó lo afortunados que somos y como a veces no nos damos cuenta como las pruebas están debajo de nuestras narices y nos pasan desapercibidas por enfocarnos tanto en los problemas, en lo que no podemos resolver, en lo que nos falta, en lo que queremos pero todavía no llega, pero que llegara en su momento if we just stop for a second to smell the flowers.
Aquí les dejo el link de las velitas para quienes les dio curiosidad, les prometo que los olores están de muerte lenta!
Un abrazo,
Paola
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