Para el que todavía no lo sabe, esta vida es una interminable cadena de manifestaciones.
A lo largo de mi vida me he esforzado para que esas manifestaciones no lleguen como una simple casualidad, sino a trabajar muy duro para lograr que se manifiesten en el momento correcto (en otro blog post les cuento un poco más sobre esto) Esta vez, quiero contarles sobre la última de mis manifestaciones y que pienso yo que, con Diosito de mi lado, cambiará mi vida para siempre.
El año pasado tuvimos la oportunidad de visitar un destino que tenía raaato en nuestra lista: Marrakech. Aquí les digo que las manifestaciones son tan increíbles que, si este viaje se hubiese dado en otro momento, creo que no hubiese tenido el impacto que tuvo en mi vida. Ya les cuento…Sorry, I ramble a LOT.
Cada vez que viajamos yo me leo cuanto blog exista sobre la faz de la tierra sobre cada ciudad para no desperdiciar un segundo del viaje. Cada blog y artículo que leí sobre Marrakech me decía que si ¨home-decor¨ era lo mío, este país definitivamente era para mi y debo decir que no me decepcionó.
¨Y ahí fue, esa fue la frase que espero cambie mi vida para siempre. No pude sacarme de la cabeza esa idea: algún día tener mi propia tiendita de decoración, que me permitiera vivir la vida de otra manera¨
Tal como me recomendaron, reservé un día completo del itinerario para visitar el famoso souk en la Medina de Marrakech (es como un Salsipuedes en hormonas) y me dejé perder. Cada esquina, cada callejón, cada tiendita era increíble. Lo que más me sorprendió fue ver otras chicas como yo, en plan de mandados corriendo de tienda en tienda. La curiosidad me mató al toparme con la misma chica en todas las tiendas que visité y en una de tantas le pregunté al dueño quién era y me contesta: ¨Es cliente, buena cliente. Aquí vienen muchas jóvenes dueñas de boutiques alrededor del mundo a hacer sus compras para sus tiendas en Marrakech¨
Y ahí fue, esa fue la frase que espero cambie mi vida para siempre. No pude sacarme de la cabeza esa idea: algún día tener mi propia tiendita de decoración, que me permitiera vivir la vida de otra manera. Una vida tranquila, no porque sea más fácil, sino más feliz por la oportunidad de levantarme todos los días a dedicarme a hacer lo que realmente me gusta. Después de ese día, antes de regresar a nuestro Riad (hotel-casa) le dedicaba un ratito de cada día a dar vueltas en el souk para recopilar contactos y tarjetitas de todas las tienditas que me gustaban.
Entonces regresé a Panamá y la realidad me pegó. Regresé a mi trabajo, a estar ocupada y a dedicarle mi tiempo y esfuerzo al sueño de otra persona. Lo que nunca me esperé fue esta pandemia del carajo! Que para mí ha sido más bien una bendición... la pausa necesaria para darme cuenta que esta vida es muy corta para andar poniendo los sueños en pausa.
Fue así como decidí aventurarme en este nuevo reto: Salama Shop, una tiendita de curated home decor, donde personalmente dedico todo mi día a encontrar esos detallitos lindos que al mejor estilo #mariekondo: “spark joy”. Mi objetivo a partir de este día es, compartir con ustedes no sólo estos detallitos super lindos que me encuentro por aquí y por allá, sino también mostrarles la satisfacción que produce tener una casa que te de alegría. Tu casa es tu ¨machin candao¨, como decíamos cuando eramos niños. Es el lugar donde debes hacer una pausa obligada a todo el estrés del día: el tranque, el trabajo, el super, la mascarilla, la pandemia. Tu casa es tu lugar de paz, de tranquilidad…#mysalama
Desde ya les doy las gracias a todos por el apoyo, a mi familia, amigos y sobretodo a mi esposo Javier que siempre me da esa última palabra de aliento y valor que me hace falta cuando me da culillo arriesgarme.
Well done! Lo has hecho súper bien, kudos to you! Suerte en tu nuevo emprendimiento. Me encanta ver pequeños negocios de este tipo que se hacen con amor y atención a cada detalle.
Increíble, me transporté. Ahora yo también quiero conocer Marrakech :) y arriesgarme a vivir mi propio sueño.